JASON Y LOS TONTONAUTAS (SIDE B)
CLARIFICACIONES SOBRE EL CASO JASON DAY
"Soy amigo de Platón pero más amigo de la verdad"
El fragor del debate ha cesado, la polvareda mediática se ha asentado y al menos algo de aire fresco se respira por estos días. El caso Jason Day ha menguado y se requiere un balance y un esclarecimiento de lo sucedido.
Era de esperarse, las cosas se salieron de control porque esto es propio de las redes sociales en las que las opiniones se atomizan y no hay mordazas, pero en honor a la bendita verdad, por la cual estoy en este medio, es que quiero clarificar lo sucedido y proponer algunos puntos de reflexión. Allá quién quiera escucharme.
1.- EL CASO FUE DESVIÁNDOSE DEL ASUNTO CONTROVERSIAL CENTRAL
Este es el punto más clamoroso ya que el asunto controversial central no era la veracidad o falsedad del supuesto acoso a Jason Day, porque de por sí esto ya era complicado de establecer dado lo expresado por el propio Day y porque en primer lugar siempre se debe poner atención a la supuesta (en este caso) víctima. Error. El asunto controversial central siempre fue la intención de Jason Day de propalar el supuesto acoso en ese momento. ¿Por qué?
Admitamos que Jason Day vivió una situación incómoda, que en su sensibilidad de niño, justa y legítima, sintió que ciertas confianzas cruzaban la línea del natural pudor que todo ser humano posee para proteger su intimidad. Si realmente esto lo marcó y le causó un fuerte daño, ¿por qué no lo dijo antes, o acaso no estaba seguro de que le iban a hacer caso? Responder a esta pregunta nos revela que si hubiera querido que le hicieran caso, hubiera escrito la acusación, sea en La República, Diario 16 o La Primera, uno o dos años antes, años en los que ya era lo suficientemente conocido como para crear expectativas basadas en un tema bastante explotado por los detractores de la Iglesia Católica. Además, también habría dejado por sentado que su denuncia era presentada al Tribunal Eclesiástico de Lima tal como lo hizo en el presente año después de la avalancha de críticas.
Pero no, no lo hizo de ese modo. Lo que denuncio en mi artículo es que Jason Day lanza la acusación luego de que la campaña que él apoya, “Un billón de pie”, fue por tercer año consecutivo un fiasco ya que casi nadie en Lima se dio por enterado y no tuvo mayor impacto. Pero a diferencia de los años previos, la sociedad civil que no apoya esta campaña, no porque sea mala en sí misma sino por lo que trae a colación: agenda pro aborto y pro gay, se movieron activamente por las redes sociales y alertaron a muchos peruanos sobre los reales intereses que se esconden detrás, además de presionar a través de una plataforma electrónica a Supermercados Peruanos para que deje de apoyar económicamente a esta campaña. Esta movida contó con el notorio apoyo de una conocida pagina web de noticias religiosas: Aciprensa, cuyo combativo y confrontacional director, es el sodálite Alejandro Bermudez.
Esto habría removido las iras de Jason Day porque justo después del fracaso de “Un billón de pie”, lanza la denuncia con el sugestivo título de "Esto sí es guerra". Pero esta denuncia fue tan ligera y tan ambigua, que sumado a los cambios en su fecha de nacimiento que él mismo ocasionó, Dios sabe con qué fin, hicieron que su denuncia sea fuertemente cuestionada, al punto que los tontonautas que lo apoyan, tuvieron que lanzarle salvavidas argumentativos a través del twiter y de blogs de pensamiento rojimio afín.
Por eso creo que Jason Day nunca actuó con un deseo firme y desinteresado de esclarecer este hecho y de subsanar esa herida (si es que ha sido real) Él ha actuado usando su testimonio ¡¡¡como arma arrojadiza!!!, como instrumento de venganza y ese es el asunto controversial central. Da mucha pena pensar, que si fue cierta la versión de Day, este incómodo evento haya sido utilizado e instrumentalizado para aporrear a sus detractores y a todos los que él pensaba que le estaban echando abajo la campaña. Ruin.
En mi artículo desarrollé todas las incoherencias del pensamiento y las posturas de Day, extraídas de las propias entrevistas que le hicieron, como forma de mostrar que él sí era capaz de utilizar un evento trágico como un arma de contusión mediática. Un ejemplo de esta incoherencia lo constituye la promoción de la obra teatral "Monólogos de la vagina", cuya autora es Eve Ensler, la misma creadora de "Un billón de pie". En esta obra una lesbiana adulta somete sexualmente a una niña de trece años, acto que es justificado por la misma autora como "una buena violación". Jason, calificó esta obra sórdida en su muro de facebook como "recomendable", pero, ¿no es esto peor que lo que supuestamente le ocurrió de niño?, ¿si le afectó el supuesto acoso del sacerdote, por qué tendría que promover una obra como esta?, ¿o es que el acoso sexual -y violación- de una lesbiana si es válido y moralmente justificable? Fail
También mostré que había mucho dinero de por medio, dejando entrever la posibilidad de que en el fondo apoyar estas campañas con tanta vehemencia, no vienen de forma gratuita. Pero esto es una suposición.
Ahora preguntémonos desde una segunda posibilidad: ¿y si el testimonio de Jason Day es real en cuanto a evento histórico: la primera comunión en una parroquia sodálite junto a la existencia real de un sacerdote sodálite: Luis Ferroggiaro, pero la interacción entre ambos fue inflada para crear controversia? Entonces Day sería doblemente ruin, pero, yo quiero creer que esto no es posible porque en lo personal no creo que Jason Day sea capaz de semejante bajeza.
Lamentablemente el caso se fue desviando del punto controversial central denunciado en mi artículo y la tendencia de la opinión opuesta a Day fue virando cada vez más hacia la negación del supuesto acoso, situando al acusador como acusado en la segunda posibilidad. Iracundos tontonautas que no fueron tras las ideas sino en pos de la persona.
2.- SIEMPRE A LAS IDEAS, NUNCA A LAS PERSONAS
Esta es una clara lección para los que en el libre ejercicio de nuestro pensamiento queremos proponer una visión no reduccionista ni ideologizada de las cosas. En lamula y en otros medios, las personas tienen todo el derecho de opinar de lo que les venga en gana y en total libertad, personas de izquierda, pro gay, pro aborto y demás cuestiones, tienen todo el derecho, así como nosotros, de exponer sus ideas y nosotros de confrontarlas, pero siempre a las ideas, nunca a las personas, porque al final todos somos personas, peruanos, y si somos creyentes, todos somos hijos de un mismo Dios y esto es lo único que importa.
Al atacar a la persona erramos en el ejemplo que queremos testimoniar y caemos en el juego de los tontonautas que usarán nuestros yerros para voltearnos la tortilla y desviar –sobretodo-, la atención sobre el asunto controversial central. De pronto, Jason Day era una víctima a la que sin escrúpulos atacábamos como persona. Falso en la teoría pero verdadero en la práctica.
Los tontonautas dirán frases como: “Pero ya ven. Una cosa es lo que predican y otra, muy distinta, lo que practican. En los hechos, los que se han atrevido a denunciar han sido, en su gran mayoría, ignorados o agredidos con descalificaciones o amenazas judiciales, con el propósito de evitar el escándalo y proteger a los sospechosos” ... “Después del testimonio de Jason Day sobre un incidente con un cura del Sodalicio, le cayó el apanado. Los sodas y sus acólitos se olvidaron de poner la otra mejilla y crucificaron a Jason”, para al final concluir con lo que en el fondo desean: anular y callar todas las voces y manifestaciones de la sociedad civil organizada que se levanten en favor del no nacido y la familia natural con frases tales como: “Ojalá que la gente de buena fe que está yendo a esa Marcha -en alusión a la Marcha por la Vida de este sábado 22 de Marzo- (y permitiendo que sus hijos vayan), se dé cuenta de una vez de quiénes son los que están detrás”. Tontonautas en su estado químico más puro.
Pero tampoco hay que ser miopes, si un tontonauta trae a colación una frase del Papa Francisco fuera de contexto, hay que devolverle a esa frase su verdadero sentido, y es que si “Lo importante es, en primer, lugar, cuidar de las víctimas y hacer todo lo posible por ayudarles y por estar a su lado con ánimo de contribuir a su sanación”, eso debemos aplicarlo también al caso Jason Day y a cualquier otro, venga de donde venga procurando ser firmes con las ideas pero comprensivos con las personas.
Que así sea.
Lea aquí el primer artículo: JASON DAY EN SU LABERINTO